LA CLAUSURA DEL AMOR

¿Qué sucede cuando inesperadamente, uno de los involucrados en una relación amorosa de años, con hijos, recuerdos e historias imborrables, con una vida sexual viva y grata, decide así, de un día para otro, poner fin a la relación? De eso trata La Clausura del Amor.

En cada país que se ha representado esta obra, el autor solicita que los personajes tomen el nombre del actor y de la actriz que los representan. En nuestro caso Pancho, (Francisco Melo) un Director de teatro que espera a su pareja, Daniela (Daniela Lhorente), una destacada actriz, para decirle que la relación ha llegado a su fin. Es él quien expone primero sus tormentos, tedio y desamor que lo han llevado a tomar la decisión de terminar la relación y, posteriormente, es ella quien responde de manera brillante, cada una de las razones de este quiebre inesperado y unilateral.

Los intérpretes atraviesan todos los estados y emociones que se viven en una, siempre dolorosa, ruptura amorosa: desde el testimonio más desgarrador hasta el absurdo y el humor que surgen en este trance. Sexualidad, hijos, pactos y contratos, hasta la más profunda intimidad de una pareja son abordados en este lúcido texto.

La obra sucede sobre el escenario de un teatro y la creación de las diversas atmósferas y climas están a cargo de DelightLab, Andrea y Octavio Gana, quienes mediante una luz móvil y atmosférica, literalmente exponen y ensombrecen la intimidad y emociones de esta pareja. Dos seres bajo una crudeza lumínica implacable, la bruma, la sombra y el secreto. Una luz o la ausencia de ésta, que expone toda la fragilidad del amor, las pasiones, los secretos, la inestabilidad, el decaimiento, la pasión, la opacidad, la nostalgia de los cuerpos en el ocaso del amor.