Teatro Síntoma y su trabajo por dar voz a las mujeres

La compañía nacional vuelve a participar de Santiago a Mil, esta vez con La Victoria, un trabajo que revive la experiencia de un grupo de pobladoras y las ollas comunes durante la dictadura.

Por Karina Mondaca Cea

Fuera por casualidad o no, desde sus comienzos Teatro Síntoma se conformó solo por mujeres. Todas compañeras de la Escuela de Teatro de la Universidad Mayor, comenzaron a trabajar como colectivo en 2010, cuando desarrollaron una versión de Cuestión de ubicación, de Juan Radrigán. Luego de esa experiencia y al reconocerse como una compañía integrada por actrices, asumieron el desafío de poner en escena trabajos con una mirada femenina.

“Surgió la necesidad de identificarse con este sello y crear el trabajo artístico desde nuestra esencia misma: nuestro género”, explica Catalina Torres, una de las integrantes de la compañía. “Por si solas fueron apareciendo las interrogantes a nuestra realidad desigual que por décadas ha estado en deuda y que es momento de exigir cambios. Creemos que hombres y mujeres deben convivir de igual a igual y luchar juntos por un vivir digno, es por esto que nuestro trabajo artístico se basa principalmente en la investigación de la organización femenina y sus ejemplos a lo largo de la historia que han logrado sobrellevar la miseria, la pobreza, la violencia, la injusticia para demostrar que nuestro género sí ha sido y es la protagonista silenciosa de grandes luchas. No sólo para homenajear a estas mujeres olvidadas, sino también como fuertes referentes a seguir”.