¿Por qué el Macbeth sudafricano?
Los días 9 y 10 de octubre se presenta en el Teatro Municipal de Las Condes la obra Macbeth, adaptación de Brett Bailey a partir de la ópera Macbeth de G. Verdi y con el antecedente de la obra magistral de W. Shakespeare.
Me parece un espectáculo imperdible porque reelabora el tema de la avidez del poder y la avaricia por el dinero bajo una óptica distinta y novedosa. Si han perdurado los Macbeth verdianos y shakesperianos ha sido, precisamente, porque su tema y el tratamiento del mismo se relacionan plenamente con lo que espera un espectador del siglo XXI. La universalidad temática no tiene ni fecha de caducidad ni ámbito geográfico que la restrinja.
Y es precisamente lo que hace esta propuesta, circunscribiendo la acción a la vicisitud histórica del África Central postcolonial (así como un eco lejano de El corazón de las tinieblas de J. Conrad) abre la temática y la resonancia actual del drama, cual caleidoscópica fantasía, a las audiencias de diversos países donde ya ha sido presentado el espectáculo.
Doblegando la música y el canto verdiano a las pulsaciones tribales de los protagonistas, el mañido tema adquiere resonancias aún más actuales y vigorosas, pues enfrenta al espectador -en dosis iguales de ironía, drama y negro humor- con sus propios fantasmas individuales y sociales. Pienso que tanto Verdi como Shakespeare, ambos eminentes maestros del drama, habrían aprobado esta adaptación. Y así lo espero también del publico que tendrá la ocasión de ver esta obra.