Paisajes para no colorear: “Queríamos sacar la voz como mujeres adolescentes”
Ariel (14), Ignacia (13), Sara (16), Paula (16), Daniela (15), Angelina (14), Constanza (17), Rafaela (16) y Arwen (14). Estos son los nombres y edades de las jóvenes que integran el elenco de Paisajes para no colorear, montaje dirigido por Marco Layera (La-Resentida) que estará entre el 3 y el 19 de agosto en el GAM.
El proyecto es resultado de un largo proceso de creación colectiva, que incluyó talleres en distintas comunas de Santiago y audiciones abiertas de las que resultaron seleccionadas 11 jóvenes: 9 para actuar y 2 para integrar el equipo de dramaturgia.
“Yo vine aquí pensando que iba a hacer una representación de lo que pasó con Chiara Páez, la niña argentina que fue asesinada por su pololo, pero terminó siendo algo más grande. Fue una buena oportunidad para sacar la voz como mujer adolescente”, cuenta Ariel Morgado, quien junto a sus compañeras de elenco ensaya desde enero esta obra que, dice, promete derribar mitos respecto a las mujeres menores de edad: “siempre se tiende a creer que las mujeres somos enemigas, que hay competencia. Pero nada de eso ha pasado aquí. Al contrario, desde la audición hasta ahora nunca hubo mala onda entre nosotras”.
Al igual que Ariel, el resto del elenco valora el vínculo generado durante todos estos meses. Dicen que se sintieron libres y escuchadas, y que la creación del montaje se hizo de manera colectiva, integrando sus propias vivencias y muchos de los testimonios de las otras niñas que participaron de los talleres.
“Las escenas fueron sacadas de las experiencias de cada una. Expusimos todas nuestras historias, penas y miedos porque en el fondo teníamos muchas cosas que decir”, cuenta Francisca Ortiz, una de las dramaturgas de este montaje.
“Vienen a remover todo lo que nos enseñaron”. Esto dice el director del montaje, Marco Layera, cuando se le pregunta sobre lo que espera después del estreno de Paisajes para no colorear. Layera −conocido por su trabajo con La Re-sentida en obras como Tratando de hacer una obra que cambie el mundo y La imaginación del futuro – agrega que en esta propuesta las jóvenes son intérpretes y autoras, “todo lo que nace aquí surge desde lo que a ellas les mueve. Uno sólo pone al servicio las estrategias que tengo como director para que esos testimonios hagan eco, conmuevan”.
Para mí ha sido una bofetada. Me han dado cátedra de todo. O sea, los temas que ellas hablan y les interesan están en la agenda política. Me impacta el grado de violencia al que están expuestas, la brutalidad de la violencia social, de género, escolar, etc. Creo que es un grupo demasiado vulnerable y es bueno darles esta plataforma para que se puedan expresar.
Sin duda me ha modificado porque es una realidad a la cual no tengo acceso todos los días. Entonces uno constata lo que están viviendo, lo que sueñan, y que además no están seguras en ninguna parte: ni en su casa, ni en la calle, ni en la escuela.
Próximas al estreno, el elenco espera que la obra logre producir un cambio social: “que las personas se vayan con una incomodidad, que se miren y reflexionen sobre qué actitudes o comportamientos violentos reconocen y repiten en su vida cotidiana”, dice Sara Becker, una de las actrices de Paisajes para no colorear.
Quieren además que la obra derribe ciertos prejuicios: “Lo que más me gustaría es sacarle los micromachismos o al menos hacer que se den cuenta que los celos están mal, que discriminar a la gente, ya sea por el género con el que se identifiquen o por su orientación sexual, está mal porque al fin y al cabo somos todes personas“, dice Arwen Vásquez, miembro también del elenco.
Paisajes para no colorear se presenta del 3 al 19 de agosto en el GAM. Más información sobre entradas y horarios AQUÍ