New York Theatre Workshop escoge a Camila Le-Bert como su nueva artista residente
El pasado 14 de abril finalizó la convocatoria realizada por el New York Theatre Workshop (NYTW), una institución cultural que se preocupa de apoyar a directores emergentes que hacen teatro contemporáneo. La invitación estaba dirigida a artistas internacionales que tuvieran el interés de realizar una residencia en la universidad Dartmouth College en Hanover, New Hampshire, donde durante una semana trabajarían un proyecto personal. Pero además, la estadía en la ciudad estadounidense permitiría colaborar con la comunidad artística de Dartmouth Theatre 65 y el staff de NYTW, observar ensayos de otras compañías, y exponer ante estudiantes universitarios sobre el teatro y la cultura del mundo.
Así lo hizo el director y dramaturgo chileno Italo Gallardo Betancourt, quien gracias a una alianza entre Fundación Teatro a Mil y el NYTW, y el apoyo de la Dirección de Asuntos Culturales (DIRAC); fue elegido en 2015 para desarrollar su proyecto de teatro documental llamado Los que vinieron antes, que actualmente presenta en el Ciclo Teatro Hoy junto a su compañía La laura palmer.
Este año será el turno de una mujer: Camila Le-Bert viajará en el mes de agosto para trabajar en un proyecto que ella misma ha descrito como “musical performático panfletario pop posmoderno”, y donde el objetivo será avanzar en la estructura de la obra que luego se desarrollará a modo de laboratorio en Chile. Para la artista –que formó parte del mismo ciclo con su obra Chan!-, esta nueva idea tiene que ver con todas sus facetas, como lo son el ser dramaturga, actriz, cantante, directora y letrista; por lo que ésta era una oportunidad que no podía dejar pasar.
“Las residencias presentan oportunidades valiosísimas para separarse de la cotidianidad y concentrarse en la creación en un contexto nuevo, diferente y lleno de estímulos”, explica Camila sobre su decisión de postular a convocatorias, y especialmente ésta del New York Theatre Workshop. “Llevan muchos años generando este tipo de iniciativas, apoyando la creación de nuevos trabajos. Así como dice Tony Kushner: ‘La unidad mínima del ser humano son dos personas, no una; uno es una ficción. La vida humana, el mundo social, surge de las redes de almas de las sociedades’. Voy a conocer otros artistas, a experimentar, a colaborar. Eso es lo más entretenido para un artista, el entrar en contacto con otros artistas y discutir, probar, fallar, lograr, etcétera”.
¿Qué expectativas tienes de esta experiencia? ¿Qué crees que te puede aportar esta residencia a tu trabajo?
Nunca he estado en una residencia propiamente tal, así que tengo muchas ganas de experimentarlo. De lo que he escuchado de colegas que lo han hecho y de los talleres en los que he participado, en general son dos cosas las que uno se lleva: conocer personas nuevas/posibles colaboradores futuros, y conocer y practicar nuevas metodologías de trabajo. En realidad no sé si son divisibles pero es lo que más entusiasma, romper con las formas propias, probar otras maneras, atreverse a crear desde otro lugar y conocer nuevos referentes.