Liliana García: “Cada uno desde su trinchera debe ayudar a sanar las heridas. A nosotros nos tocó la del teatro”

La destacada actriz regresa a la cartelera nacional con Operación Cóndor, el vuelo de Laura, montaje que trae al presente las atrocidades cometidas en Latinoamérica en el marco de dicho plan de exterminio. “Creo que la lucha por verdad, justicia y memoria siempre es y será necesaria”, declara anunciando que con el equipo están trabajando en una trilogía de obras que aborden el tema de la memoria y los Derechos Humanos.

Por Gabriela González F.

La vida de Liliana García, actriz y directora uruguaya, está indisolublemente ligada al tema de los Derechos Humanos. Siendo muy joven, su experiencia estuvo cruzada por las dictaduras latinoamericanas y los horrorosos planes de exterminios y desaparición, siendo la Operación Cóndor el más emblemático y cruento. Se vio expuesta a la crueldad de la dictadura en Uruguay, debiendo enfrentar el exilio de sus padres y hermanos, así como también la pérdida de amigos y familiares. Emigró a Chile, y en el país alcanzó a vivir en los últimos tres años de la dictadura de Pinochet. “Esas situaciones hacen que lamentablemente tengas una relación forzosa con este horroroso plan de exterminio humano”, cuenta.

Por ello declara tener un compromiso moral y ético con todos quienes perdieron la vida a mano de dictaduras cívico militares. “Con los niños que aún no encontramos, con los niños que asesinaron, con nuestros detenidos desaparecidos, con nuestros asesinados, con las compañeras y compañeros que vivieron años de cárcel y torturas inimaginables, con los miles de miles de ciudadanos que partieron al exilio viviendo años con la maleta debajo de la cama, con todos los que sufrimos la represión de estar privados de libertad, en una verdadera cárcel convertida en país cercado por el terrorismo de Estado”, declara mientras afina los últimos detalles del proyecto que la traerá a Santiago a Mil 2018: Operación Cóndor, el vuelo de Laura, donde comparte la dirección con Ugo Bentivegna.

Liliana, ¿cómo surge este montaje?

El proyecto se origina porque durante el año 2015 comencé a participar de las audiencias que se realizaban en el Aula Búnker de la Cárcel de Alta Seguridad de Rebibbia en Roma. Ahí se desarrollaba el juicio que investigaba los asesinatos de ítalo-uruguayos, ítalo-chilenos, ítalo-argentinos, y en menor cantidad ciudadanos bolivianos, brasileños y peruanos descendientes de italianos o italianos directamente, ocurridos en dictadura. Comencé a ser parte de estas audiencias como acompañante de amigos y amigas que venía a Italia a declarar en calidad de víctimas, testigos, o como especialistas que habían trabajado el tema de la Operación Cóndor.