La espera del Centro de Arte Molino Machmar
Entre los húmedos paisajes del sur de Chile, en Puerto Varas se levantó un espacio de encuentro para la comunidad. El Centro de Arte Molino Machmar (CAMM) se fundó con el propósito de valorar y difundir las expresiones artísticas y culturales que se desarrollan en todo Chile, poniendo a disposición de las personas una infraestructura vanguardista e innovadora.
Este fue el anhelado proyecto de un grupo de gestores culturales de la región, que tuvieron el sueño de instalar un centro cultural en Puerto Varas. “Inicialmente estábamos apuntando a una construcción desde cero en un terreno, pero finalmente nos conseguimos este edificio que nos cedió generosamente una familia”, asegura Rodrigo Pezzuto, director ejecutivo del Centro de Arte Molino Machmar.
Según relata Pezzuto, el nombre de este centro de encuentro y creación no fue casualidad. Se instala en lo que fuera un viejo y deteriorado molino, restaurado gracias al financiamiento del programa Puesta en Valor del Patrimonio 2014, de la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas.
En la restauración de este edificio patrimonial se invirtieron $1.769.541.899 pesos provenientes del Fondo Nacional de Desarrollo Regional, y se implementaron salas de exposiciones, un teatro, un centro de documentación y un museo de vulcanología.
Con la construcción y el proceso de restauración andando, el Centro Cultural Molino Machmar participó de la convocatoria 2015 al Programa de Organizaciones Colaboradoras del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), un concurso cuyo objetivo es promover la implementación de proyectos culturales en coordinación con organizaciones de la sociedad civil.
Luego de la evaluación, la comisión seleccionadora resolvió como ganador al proyecto presentado por el CAMM, adjudicando casi 80 millones de pesos para su ejecución. De esta manera, en 2016 el edificio patrimonial recién restaurado se convertiría en el escenario para espectáculos de danza, teatro y música.
Sin embargo, acercándonos a la mitad del año prometido, el centro de artes aún no es inaugurado. Su director ejecutivo explica que la demora se ha debido a “los papeleos y trámites administrativos”, ya que “el edificio todavía no se transfiere a nosotros desde el Gobierno Regional”. Según la información que han recibido desde la autoridad local, aún está pendiente la recepción municipal.
Mientras esperan, las actividades programadas y cofinanciadas por el CNCA se desarrollan en locaciones alternativas, como galpones y colegios. De hecho, tienen actividades para todos los fines de semana de 2016, incluyendo la presencia de elogiados espectáculos como Chiflón, el silencio del carbón de la compañía Silencio Blanco (recientemente presentada en el Brighton Festival de Reino Unido), o la obra Hilda Peña, ganadora de la Muestra de Dramaturgia Nacional, con la interpretación de la actriz Paula Zúñiga.
Uno de los últimos en visitar Puerto Varas como parte de esta programación fue la compañía La laura palmer con su obra Límites. Su director, Ítalo Gallardo, asegura que “tienen un lugar excelente, una sala increíble para 90 personas, pero no se puede utilizar por la demora”, dando cuenta de una situación que afecta a todas las agrupaciones de arte y teatro, locales y nacionales, que están comprometidas con el proyecto del Molino Machmar.
Gallardo hace énfasis en la necesidad de abrir las puertas de este espacio único para la comunidad en la región. “Esta demora va en desmedro de la posibilidad de crear un público, una audiencia. De hecho, la invitación que hicimos a los asistentes de nuestra función fue esa, a que se den cuenta de que tienen un centro cultural que no está siendo utilizado, a que se informen y lo exijan”.
El domingo 22 de mayo, una carta publicada por el periódico El Llanquihue reflejaba esta inquietud de parte de una lectora.
Por su parte, Eduardo Ríos, jefe de gabinete de la dirección regional del CNCA, asegura que están “a punto de empezar la relación formal de supervisión o acompañamiento con el Molino”. Asegura que desde el CNCA están al tanto de la situación, con compañías y agrupaciones artísticas en “calidad de trashumantes, en distintos lugares, haciendo la programación que tienen comprometida con nosotros”.
Al respecto, el director ejecutivo del Molino Machmar reconoce que se encuentran “a la espera de la fecha”, pero que desde el Gobierno Regional les han informado que “está todo okey para que nos transfieran el edificio en los próximos meses. Está toda la voluntad de hacerlo”. De esta manera, Pezzuto no pierde la esperanza en el proyecto: “después de 9 años de trabajo, aprendimos a ser pacientes”.