Guillermo Calderón: “Hacer teatro es una forma de construir comunidad”
Ese día se acostó temprano no porque tuviera más sueño que lo habitual ni porque al día siguiente tuviera que madrugar. El miércoles 9 de noviembre de 2016, en su departamento en Nueva York, Guillermo Calderón se fue a la cama a eso de las diez de la noche porque no soportó la tensión de esperar para ver quién sería el próximo presidente de Estados Unidos. “Me desperté a las cuatro de la mañana con las notificaciones que me llegaban al teléfono. Así me enteré que Donald Trump había ganado las elecciones y ya no pude seguir durmiendo. Me acosté en un país y me levanté en otro”, dice. “Más tarde me levanté, salí a la calle y vi una cosa bien increíble que fue el dolor colectivo. Nunca había visto algo así. Fue como cuando se muere alguien de la familia: un golpe absoluto y sin consuelo”, recuerda.