Cada minuto cuenta: Tú Amarás
Llego al teatro de la Universidad Mayor para presenciar cómo se prepara el elenco de Bonobo, antes de la función de Tú Amarás. La compañía va por la segunda temporada de esta obra que agotó sus entradas en abril, cuando se presentó en el Centro GAM, y que ahora es parte del ciclo Teatro HOY hasta el 7 de julio. Está frío, pero en el teatro hay estufas que hacen todo lo posible por mantener el ambiente agradable. Me recibe la dramaturga Andreina Olivarí, quien alista todo para esta función.
Tú Amarás es el tercer montaje de la compañía Bonobo, quienes ya habían deslumbrado al público con su obra Donde viven los bárbaros. Esta vez la compañía vuelve a fijar su mirada en la violencia hacia la otredad en contextos democráticos, a través del humor como un componente que emerge sin que lo busquen, pero que termina siendo clave. La excusa para hablar de esto son los médicos frente a la llegada de los “amenitas”, extraterrestres que deben atender, huyendo de sus prejuicios.
De a poco comienzan a llegar los intérpretes. Entra a la sala Gabriel Cañas, nos saluda y sube la escalera cantando lo más fuerte posible. Yo lo sigo, y entramos a la sala donde se preparan todos. Algunos hacen ejercicio, otros repasan textos mientras planchan sus vestuarios.
Están muy concentrados, falta media hora para comenzar la función y no dejan de ensayar por ningún segundo. Deciden hacer una “italiana” y repetir todo el texto de corrido. Es una experiencia particular verlos ensayar los diálogos mientras hacen actividades como arreglar su ropa, hacer ejercicios de calentamiento y prepararse. Cuando van en la mitad del texto bajan al escenario y terminan ahí.
Ahora todas esas escenas que escuché en el camarín se vuelven más reales, veo al elenco dar vueltas por la escenografía, puedo observar a los médicos discutir sobre la llegada de los “amenitas”, extraterrestres que los exponen a lidiar con todos los prejuicios frente a la otredad. Gabriel Cañas no sale del personaje, Pablo Manzi y Franco Toledo ensayan desde el piso, mientras ejercitan, Carlos Donoso transita entre ambas dinámicas y ya estamos a minutos de comenzar la función. Subimos nuevamente al camarín para que el elenco se caracterice definitivamente.
Una vez que terminan arreglarse bajan al escenario donde se encuentran con Andreina Olivarí, juntos hacen un círculo en el que están todos y todas presentes. Olivarí arenga a los intérpretes con todo el ánimo, les entrega confianza y palabras de confort recalcando que no importa qué pase, siempre tienen que dar lo mejor de ellos. Manzi también entrega palabras a sus compañeros y proceden a hacer una especie de ritual de tres partes. Primero frotan sus manos con rapidez y las levantan ágilmente, para terminar con las palmas juntas en una posición específica. Luego bajan tomados de las manos para repetir el clásico “mierda, mierda, mierda” y finalmente se ponen en parejas, golpean sus pechos con las manos en puño y se abrazan fraternamente. Todos pasan por esto con su compañeros y la complicidad del equipo es sobrecogedora. Ahora si están preparados para comenzar con Tú Amarás.