Abierta la convocatoria mundial del Centro Watermill para artistas que deseen realizar talleres de verano
Cada julio y agosto, desde hace 20 años, artistas de todo el mundo se dan cita para participar en Programa Internacional Anual de Verano del Centro Watermill, institución fundada en 1992 por el dramaturgo Robert Wilson.
Durante cinco semanas, los participantes trabajan en el desarrollo de distintas temáticas relacionadas con las artes escénicas, en un ambiente interdisciplinario dedicado a la creatividad compartida. De este modo, el Centro Watermill fomenta la investigación en torno a las artes escénicas, entregando a los artistas emergentes jóvenes, un ambiente para la creación y la exploración en el teatro, cambiando los paradigmas tradicionales de representación, a través de enfoques democráticos y multiculturales.
“De este modo, los participantes acceden a una amplia colección de recursos centrales a la experiencia Watermill: encuentros diarios con Robert Wilson; conferencias sobre temas como el teatro y la innovación de la ópera, la instalación, el diseño y la ciencia, liderados por destacados artistas y científicos; oportunidades para proponer y desarrollar un nuevo trabajo para la presentación pública. Además, disponen de 20.000 pies cuadrados de espacios para ensayo y diseño. También escenarios al aire libre; un archivo producción teatral; una extensa biblioteca física y digital; la Colección de Arte del Molino de agua y acceso a todos los jardines del centro. Además, los participantes tienen la oportunidad de audicionar para los ensayos de verano de Robert Wilson y participar en talleres con sus colaboradores”, detallan en el sitio web del Centro Watermill.
Quienes deseen postular para vivir esta experiencia, pueden hacerlo en el sitio web del Centro Watermill y completar el formulario con sus datos. La convocatoria estará abierta hasta el viernes 4 de marzo.
Sobre Robert Wilson
Estudió en la Universidad de Texas. Ahí comenzó a mostrar interés por la arquitectura, el diseño y la pintura. En 1963, se trasladó al Instituto Pratt en Brooklyn, Nueva York, donde entró en contacto directo con los coreógrafos de danza Merce Cunningham y Martha Graham, así como con la obra de John Cage. El loft donde vivió Robert Wilson -anteriormente el Teatro Abierto- pronto se convirtió en un punto de encuentro para artistas, artesanos, amas de casa, jubilados, empresarios, intelectuales y un surtido de jóvenes de escasos recursos antes de transmutar en ua fábrica – laboratorio, el primer núcleo de la Byrd Hoffman School of Byrds que él fundó. Robert Wilson nunca tuvo una educación formal en artes del teatro, que, según algunos, es la razón por la que su trabajo es tan original.