8.5.2018 | None
Documental sobre Andrés Pérez tendrá su estreno online y gratuito previo al Día Nacional del Teatro
Por Constanza Rifo
La Huida se estrena en febrero del 2001 en el Centro Cultural “Bodegas Teatrales de Matucana”, ubicado en la calle Matucana 100, lugar descubierto y autogestionado por la Compañía Gran Circo Teatro de Chile que dirige Andrés Pérez, alcanzando un gran éxito de público. El suceso provocado por la compañía anima al gobierno de la época a crear el Centro Cultural Matucana 100, del cual Andrés no participa. Este hecho abre un debate respecto a la institucionalidad pública, donde Andrés Pérez instala una mirada crítica sobre la gestión cultural y teatral del momento. Marcelo Porta, director del documental, participó de los ensayos del montaje y a partir de esos registros nace Tacos de cemento.
El documental desclasifica materiales audiovisuales inéditos filmados entre los años 2000 y 2001, un intenso tiempo en la vida y en la producción del protagonista, revelando también la capacidad del director, Marcelo Porta, de trabajar en multiformato: desde 16mm., pasando por video no-digital de los noventa, a modernas cámaras digitales. Su filmografía la integran diversas películas que ha realizado aprovechando su casual cercanía a grandes artistas chilenos en momentos especiales, como Nicanor Parra, Luis Poirot y Humberto Maturana.
Hablamos con Porta para saber más sobre el proceso que vivió junto a Andrés Pérez durante su último montaje.
En el 2000 yo era una persona muy cercana al cine y a la fotografía; a través de la Cineteca de la Universidad de Chile me empecé a meter más firme y filmaba mucho en 16 mm. Había grabado y fotografiado las clases de Nicanor Parra, y a otros diversos personajes, y me gustaba mucho el trabajo de Andrés. En ese tiempo yo tenía un pituto con la Municipalidad de Santiago, que hacía ciclos de cine en 16 mm. en comunas. Una vez pasando películas como Nosferatu de Murnau, hablé con él. Me ubicaba mas o menos porque yo era medio fan de sus obras, había ido a La negra Ester, Popol Vuh, e iba a las fiestas del Teatro Esmeralda, etc.
Tiempo después venía del Festival de Cine de Valdivia con la película en la mano, de esas antiguas, me paré afuera de la cartelera del Hoyts de Huérfanos y justo venía saliendo Andrés del cine y me dijo “¿qué haces con esa película debajo del brazo?”. Yo le digo que vengo del Festival de Valdivia, que hacía cine y ahí se acordó de mí. Me dijo que tenía el sueño de mezclar el cine con el teatro y que estaba ensayando La Huida, entonces me invitó a los ensayos. Fue a mi casa a ver mi película y luego me citó en el Café Las Palmas. El edificio donde él ensayaba las obras era al lado, en la azotea de donde vivía, y me dijo “mira yo no te voy a poder pagar porque ya tengo todos los sueldos comprometidos con los actores, pero si tú vienes a los ensayos y realmente filmamos en cine, yo puedo pagar los costos de la filmación y como esto es una cooperativa, durante las funciones vas a ganar lo mismo que todos los actores”. Decidí ir. En las obras yo me vestía como personaje, andaba con el proyector de 16 mm. y proyectaba durante las funciones en diferentes partes del escenario, así estuve en todas las funciones.
Andrés fallece el 2002 y yo el 2003 me fui a París y Barcelona hasta como el 2008, había dejado ese material olvidado, tuve un hijo… qué se yo. Dije pucha yo quiero hacer dos cosas, una película sobre Nicanor Parra y otra sobre Andrés Pérez, por lo menos, que eran materiales antiguos que tenía. Y en uno de esos proyectos como el 2003 me llamó a una entrevista María de la Luz Hurtado, porque ella estaba haciendo un libro sobre Andrés Pérez y yo había participado del montaje de La Huida. Ahí yo le conté que tenía todo este material y me dijo que podríamos hacer algo con eso, entonces armamos la idea de revisar el material juntos con Hugo Osorio, ambos son co-guionistas del documental. Yo le iba sugiriendo a María de la Luz que buscáramos otros materiales de la época, entrevistas y cosas por el estilo, pero siempre de la misma época, del 2000 y el 2001. En el documental hay una entrevista que le hice yo a Andrés y dos de material de archivo.
Fue súper interesante, porque en el fondo cuando uno se acerca a estos personajes lo que quiere es aprender de ellos, y en este caso también aprender de la compañía. Creativamente fue muy rico. Dentro de la película hay imágenes que hicimos con Andrés bailando en fiestas, otras con su madre, otras de época en la Biblioteca Nacional y un montón de cosas. Lo más interesante fue por sobre todo el hecho de prender la cámara y hacer un plano secuencia, tras haberlo ensayado varias veces con Andrés y que él se dirigiera a sí mismo y a los otros actores. Estar en ese ejercicio es algo bonito y fue una oportunidad única.
Las conversaciones se podían extender hasta el otro día con todos, era muy intenso, un proceso de investigación profundo donde se juntaba a conversar con historiadores, veía películas para inspirarse y había un día a la semana o dos de investigación grupal. Era algo muy completo, pero a la vez muy precario, como ensayar en una azotea, por ejemplo.
Se ha ido dando. Lo de Lucho Poirot fue una invitación de María de la Luz Hurtado, que fue creciendo y terminó en canal 13C. Lo de Maturana fue por otro lado; es raro pero los personajes aparecían y yo los iba tomando, porque es interesante y porque de esas personas se aprende mucho. Insistí e insistí en hacer algo sobre Maturana y todavía tenemos ese material (risas). Hay otros personajes que estoy visitando ahora y que estoy grabando, pero no puedo decir quiénes son porque siempre tengo la inquietud de documentar todo y mezclarlo, un personaje habla de una parte de la historia y otro de otra. También hay cosas que grabé en Francia y Barcelona, quizás es la misma película, aún no lo sé. En general filmo y luego armo la película, son más las ganas de documentar.
Fantástico, es apuntar por una nueva forma de distribución y es un poco lo que viene porque estas son películas que te gastas todas las lucas en llevarlas a un cine comercial y las sacan en una semana. En esas condiciones no tiene sentido. No hay posibilidad de competir. Y también es una posibilidad de que llegue a más gente, democratiza la forma de mostrar películas.
La cinta ya ha tenido algunas exitosas funciones en diversas salas del país, sin embargo, ésta será la primera vez que estará disponible de manera gratuita y online para todos quienes deseen recordar y celebrar a una de las figuras más importantes del teatro nacional, siendo la distribuidora de cine Jirafa la encargada de lanzar el 10 de mayo el documental en el sitio web www.tacosdecemento.cl. Este estreno espera poner al alcance de todos el legado de este gran artista chileno en el marco del Día Nacional del Teatro, así como para apoyar el notable avance del proyecto-ley de Artes Escénicas hoy en el Congreso.
Tacos de cemento se estrenará online gratis por 74 hrs, desde las 22 horas del jueves 10 de mayo, hasta las 23.59 horas del domingo 13.
Para quienes prefieran la pantalla grande, a contar del 11 mayo habrá exhibiciones exclusivas en centros culturales, con conversación post función junto al director del documental.