9.5.2016 | Cada Minuto Cuenta
Cada minuto cuenta:
Dos horas y media antes de la función llegan los integrantes de la compañía nacional Geografía Teatral al Teatro del Puente, ubicado cerca de Metro Baquedano, para alistar todo lo que será el estreno de su último montaje Trabajo Social en el ciclo Teatro Hoy. ¿Hay nerviosismo? Siempre, pero no por eso se dejan de lado las risas. El grupo de amigos y compañeros de trabajo se preparan, ensayan líneas, corrigen detalles, prueban luces y se arreglan para esta nueva temporada.
“Cuando Bárbara fue a comprar las telas y los plásticos de los colores blanco, azul y rojo para la escenografía, el caballero que vendía le hizo el comentario que seguramente iban a hacer una gran bandera chilena”, cuenta entre risas Carolina Chacón, diseñadora y asistente de dirección. Los colores están ligados a conceptos, el azul por ejemplo al sobre azul que te entregan cuando te despiden, el rojo a la pasión y el blanco…a quedar en blanco!
Mientras se pintan las uñas, arreglan la decoración y toman té repasan la obra completa. El director, Tomás Espinosa, los convoca para hacer los últimos arreglos. El lumbago que lo aquejaba los días previos se ha ido pasando y le permite moverse con mayor agilidad. Al mismo tiempo que repasan los movimientos en el escenario, se prenden y apagan las luces, la música comienza a sonar, se limpia la escenografía y se guardan las banderas que en el transcurso de la obra serán izadas.
Comienza el entrenamiento previo, una serie de ejercicios que a los actores les van a permitir soltar el cuerpo, y la voz. Por ahí alguien menciona que hay que volver a pintar las cosas, son detalles pero importantes a la hora de respetar la perfecta y pulcra combinación de colores. Entre tanto pregunto por la voz de aquella mujer que se escucha como narrador, una particular voz un tanto aguda. Bárbara exclama que es su madre, quien ya se siente una estrella del teatro.
Cuando termina una temporada se viene el resfriado, comentan. El proceso durará hasta el 29 de mayo y lo van a dar todo. Cada noche se vestirán de blanco, azul y rojo, y eso se observa desde las uñas, los lentes ópticos e incluso el pendrive que colgará del cuello de uno de ellos.