El Festival Internacional Santiago a Mil sigue dando luces de lo que será su programación para la edición del año 2020. A Las Palmeras Salvajes, se suman tres nuevas propuestas que dan cuenta de la multiplicidad de lenguajes que tienen espacio dentro del Festival que se ha caracterizado por dar cabida a las más diversas formas de expresión, además de impulsar la creación y circulación de artistas nacionales e internacionales.

En este caso, la danza contemporánea, el ballet clásico, el teatro, el carnaval y la performance llegan de la mano de tres destacados creadores contemporáneos: el cubano Carlos Acosta, el griego Nikos Karathanos y el samoano Lemi Ponifasio.

Luego de presentarse en el Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso, como parte de las celebraciones por el 500 aniversario de la fundación de su ciudad natal. El reconocido bailarín cubano Carlos Acosta, nombrado Comendador de la Orden del Imperio Británico (CBE) en 2014 y considerado por el diario británico The Guardian como “uno de los artistas de su generación más admirados internacionalmente”, vuelve después de un exitoso debut en nuestro país, cuando en 1994 se subió al escenario del Teatro Municipal de Santiago, como parte de una gala organizada por la Corporación de Amigos del Municipal.

En esta ocasión, llegará junto a su compañía Acosta Danza, una agrupación cubana conformada por jóvenes bailarines formados en danza contemporánea y ballet clásico —que cuenta con la coproducción del famoso teatro Sadler’s Wells de Londres— y que desde su fundación en el año 2015, ha brillado en Estados Unidos y Europa con una propuesta que mezcla lo tradicional y lo contemporáneo con creaciones de coreógrafos de todo el mundo.

Acosta Danza presentará en Santiago a Mil 2020 cinco piezas que mezclan ballet clásico con danza contemporánea. La primera de ellas lleva por nombre Imponderable (2017), creada por el coreógrafo español Goyo Montero con la música de Owen Belton a partir de la obra del cantautor cubano Silvio Rodríguez. Posteriormente se presentará Fauno (2009), del belga Sidi Larbi Cherkaoui, un pas de deux (un dúo en el que los pasos de ballet son ejecutados conjuntamente por dos personas) con música de Claude Debussy. Le seguirán Alrededor no hay nada (2016), de Goyo Montero con poemas de Vinícius de Moraes y Joaquín Sabina; Mermaid (2017), de Sidi Larbi Cherkaoui, otro pas de deux creado especialmente para Carlos Acosta y Marta Ortega, y Diez (2017), del español Jorge Crecis, una pieza de danza-deporte que pone a prueba la resistencia física y mental de diez bailarines que llevan sus cuerpos al límite.

El carnaval dionisiaco llega a Chile

“Gracias a Dios aún hay obras que son una fiesta”, escribió la columnista de Vulture Sara Holdren, al referirse a The Birds, la adaptación que el director griego Nikos Karathanos realizó de la obra Las aves, obra cumbre de la antigua comedia griega escrita por Aristófanes en el año 414 a.C.

Con una puesta en escena con bailes, música y una invitación al público a ser parte de este carnaval, la obra trae de vuelta la alegría y la fiesta de los festivales dionisiacos donde se presentaban las antiguas comedias griegas que celebraban el comienzo y el final de la siega

El relato original constituye una alegoría sobre dos ciudadanos atenienses, Pistetero y Evélpides, quienes dejan su ciudad en busca de un nuevo estado más equitativo y que al llegar al bosque conocen a Tereo, un hombre convertido en pájaro a quien persuaden de reunir a todas las aves para fundar una nueva ciudad en las nubes: Nubicuculia, donde poco a poco, todos llegan a vivir allí: humanos, dioses, semidioses, animales y monstruos.

En la versión de Karathanos, dos hombres fundan una ciudad donde se pueda encontrar amor, derechos humanos y generosidad, donde le director griego realiza una interesante mezcla entre la comedia original y canciones, poesía, baile y música en vivo, dejando espacio también para abordar temas muy contingentes en la actualidad, como la corrupción, la devastación del medioambiente y la búsqueda de una sociedad mejor.

Un viaje de vida, muerte y renacimiento contados a través del cuerpo

Invitado habitual de Santiago a Mil (ha estado en sus versiones 2013, 2015 y 2016), el director, diseñador y coreógrafo samoano Lemi Ponifasio vuelve a Chile con su más reciente creación titulada Amor a la muerte, una performance que une a mujeres chilenas: una cantora y compositora mapuche —Elisa Avendaño Curaqueo— y una bailarina de flamenco —Natalia García-Huidobro—, quienes se encuentran en un espacio intermedio donde los cuerpos de ambas, entendidos como contenedores de memoria, se activan para explorar la historia de dos mundos reflejados en su propia existencia, recordando, des/recordando y reconstruyendo el presente.

Pionero en el desarrollo del teatro y la danza contemporánea del Pacífico, el sello de su trabajo se basa en el acercamiento radical a estas disciplinas, con puestas en escena que entrecruzan y trascienden las ideas convencionales del teatro, danza y activismo.

“El mejor maestro para mí en el teatro es la forma en que las personas son fuera del teatro. Prefiero trabajar con comunidades, así que no fue porque ella fuera una bailarina de flamenco o una cantante, estaba interesado en la forma en que se relacionan conmigo, en cómo viven sus vidas y qué historia están tratando de contar. Ellas son increíbles en lo que hacen, pero de dónde proviene esa verdad es importante”, explicó el artista samoano en entrevista con La Tercera acerca del foco de su trabajo con ambas artistas.

Amor a la muerte será estrenada en el marco del Santiago a Mil 2020, y es una coproducción de Fundación Teatro a Mil y Festival de Barcelona, y es parte de la Fábrica de Creación, la línea curatorial del Festival que tiene por objetivo resaltar el trabajo de autores, compañías y espacios de excelencia escénica, potenciando el poder de la creación y la programación de coproducciones y obras especialmente comisionadas por el festival en colaboración con creadores nacionales e internacionales.