“Nos reímos tanto que lloramos” dice el director de La Niña Horrible, Javier Casanga, cuando describe la clave del trabajo creativo que, desde el año 2013, ha venido forjando junto a la dramaturga Carla Zúñiga y al grupo de artistas que integran la compañía que por estos días presenta una retrospectiva con tres de sus obras en Matucana 100.

“El público podrá ver trabajos hechos en distintos momentos, es una oportunidad para revisar el camino que hemos construido como agrupación”, explica Carla Zúñiga, autora de cada una de las obras que se presentan en el ciclo, y agrega que la retrospectiva se inserta en un año sin nuevos estrenos para La Niña Horrible y en el que también, dice, “estamos revisando nuestros trabajos anteriores para ver bien qué es lo que viene”.

El ciclo, que partió el miércoles 14 de agosto con El amarillo sol de tus cabellos largos (2018), continúa con las obras Historia de amputación a la hora del té (2014) y La trágica agonía de un pájara azul (2016), todas propuestas cuyo eje central son los temas de género y que están protagonizadas por personajes que encarnan a un femenino que se sale de la norma, con "mujeres que anhelan cosas prohibidas, que supuestamente no deberían desear”, explica Zúñiga.

En esta línea, Casanga agrega que el travestismo es otro de los temas que aparece en cada una estas creaciones, un discurso que además ha definido el trabajo de la compañía a lo largo de todo este tiempo: “lo que atraviesa a las tres obras es el lenguaje de La Niña Horrible, o sea que un rol femenino como masculino lo puede interpretar tanto un hombre como una mujer si es que se trabaja desde la interioridad del personaje. Queremos que el público pueda reflexionar o cuestionarse qué tan bien o mal está lo que hemos ido instalando respecto lo femenino y a las masculinidades”, una reflexión que al comienzo no fue simple de plantear, “al principio nos costó mucho instalar el travestismo como lenguaje, sobre todo en los medios de comunicación. Todavía pasa, pero cada vez menos”, cuenta su director.

Lo mismo recuerda Carla Zúñiga sobre una de las primeras obras de la compañía: “cuando estrenamos Historia de amputación a la hora del té no tuvimos nada de prensa. Nadie quiso publicar porque les escandalizaba que fueran hombres vestidos de mujer. Eso ocurrió no hace tanto, el 2014, por suerte ahora algo así no ha vuelto a pasar, y en ese sentido creo que ha habido cambios importantes a raíz de los movimientos sociales del último tiempo”.

La unión de la tragedia y el humor

Además de plantear una mirada crítica en torno a los temas de género, Javier Casanga y Carla Zúñiga coinciden en que en la trayectoria de La Niña Horrible ha sido fundamental la utilización del humor y la ironía: “siempre trabajamos la comedia negra. Fue algo intuitivo que desde el inicio marcó el lugar desde donde hablamos, nos posicionamos y miramos la vida”, cuenta Zúñiga, y agrega que la comedia también les ha servido como herramienta política, “para que la gente se pueda poner a pensar y reír de sus propios prejuicios, de su propia rabia y actitudes machistas, homofóbicas. Creo que la tragedia y el humor están siempre unidos, como que los dos siempre aparecen en los lugares más terribles”.

"Cuando empezamos a trabajar con Carla lo primero que hacemos es preguntarnos de qué nos vamos a reír”, dice Casanga, “hacemos una comedia que es absolutamente terrible pero también no lo es en fondo, nos reímos tanto que lloramos”.

─ Además de esta misma forma de abordar ciertos temas, ¿qué otros aspectos han hecho que la compañía se mantenga vigente, estrenando casi una obra por año desde que se fundaron?

─ Javier Casanga: "Yo creo que además de compartir un mismo discurso, ha sido fundamental el respeto entre las distintas áreas artísticas que integran la compañía. El diseñador, el músico y el vestuarista pueden hacer su trabajo. Creo que también la clave ha estado en mantener un lenguaje, porque es súper fácil inventar un lenguaje, pero mantenerlo es una cosa distinta. Y en el fondo ahí es cuando uno empieza a trabajar constantemente".

─ Carla Zúñiga: “Somos todos amigos hace muchos años, nos conocemos, tenemos una visión bastante parecida con respecto al teatro y pienso que eso ha ayudado a que nosotros sigamos. En el fondo todos tenemos una convicción con respecto a lo que hacemos. O sea, si bien yo y Javier a veces hemos tenido que trabajar gratis, este es nuestro trabajo principal, al que más le dedicamos tiempo, esfuerzo, energía. A todos nos gusta mucho el teatro, creemos mucho en lo que hacemos”.

─ Y qué siguen en adelante para la compañía

─ C.Z: “Lo que viene es el estreno de La mujer más hermosa del universo, una obra que está inspirada en Cecilia Bolocco y que habla un poco de la vejez, de los cánones de belleza, y también de la libertad sexual de las mujeres. Va a ser el primer monólogo que vamos a realizar como compañía, que además va a ser interpretado por Javier.”

─ La obra fue creada en la última versión de los Talleres del Royal Court Theatre en Chile, ¿cómo fue la experiencia para ti como dramaturga?

─ C.Z: “Fue una experiencia importante para mí porque era un taller súper intensivo de dramaturgia, trabajabas enfocada en una sola obra todo el tiempo, y eso no se ve mucho acá. Los ingleses enseñan muy bien, paso a paso. Además, había participantes de otros países, entonces recibías opiniones sobre tu propio texto desde nuevas visones y culturas”.