Punto y Coma: la editorial que rescata el patrimonio teatral de Valparaíso
“Miramos hacia atrás y no había registro”, fue el diagnóstico que hicieron Cristóbal Valenzuela y Sebastián Cárez-Lorca, ambos dramaturgos de Valparaíso, sobre el proceso de documentación de obras de teatro en la región. A partir de esa inquietud nació Punto y Coma. Editorial de teatro, que reúne en formato web trabajos de autores de la zona y que se inauguró el nueve de diciembre de 2015 en el Parque Cultural de Valparaíso.
La idea nació hace varios años atrás cuando ambos autores ni siquiera se conocían, pero compartían una misma necesidad: la de interiorizarse y aprender del patrimonio teatral de Valparaíso, del cual nada existía. Después de compartir en diferentes instancias como la Muestra de Dramaturgia Nacional en la cual Cristóbal Valenzuela participó en las versiones XIV y XVI con las obras Golpe. Segunda parte y ¿final? (2009) y Ceremonia de premiación (2014), y en la que Sebastián Cárez-Lorca ganó en 2009 en la categoría 1 con la obra Sucedáneo; empezaron a idear la forma de recuperar el tiempo perdido y hacer algo con la historia que se estaba perdiendo.
Para Cristóbal Valenzuela, quien dirige la Compañía Teatro del Fuego, todo partió con la llegada del dramaturgo nacional Juan Radrigán a Magallanes durante el año en que vivió allí. En aquella oportunidad vio el entusiasmo de parte de estudiantes y profesionales en aprender la sabiduría y conocimiento de una de las figuras más importantes del teatro nacional. Esto se contrapuso con una residencia de Radrigán en Valparaíso, años más tarde, que no tuvo el mismo impacto.
Por su parte, para Sebastián Cárez-Lorca, miembro fundador de Teatro Provincia y de la Compañía Teatro Simple, el tema siempre estuvo dando vueltas en su cabeza, y la necesidad se hizo tangible cuando desapareció el sitio archivodedramaturgia.cl unido a la falta de oportunidades para publicar en esta área.
“Cuesta mucho llegar a una editorial para obtener el formato físico y cuando esto ocurre es muy complicado llegar al público. Los libros son muy caros y si compran son de autores conocidos, por lo que difícilmente se van a arriesgar a comprar libros de autores jóvenes, porque es gastar mucha plata en una apuesta grande y la gente no tiene”, afirmó.