Dos abuelos y un nieto en escena invitan a recuperar las conversaciones familiares
Mientras en Santiago llueve con intensidad y con muy baja temperatura, en una silenciosa y cálida sala ubicada en Espacio NAVE, el director teatral Ítalo Gallardo comienza a trabajar pasadas las diez de la mañana. Entre medio de sillas, objetos personales, fotos, papelógrafos, cables y cámaras, el joven de 32 años da inicio a una jornada de ensayos del más reciente proyecto de su compañía, La laura palmer.
El montaje, titulado Los que vinieron antes, sigue la línea de sus trabajos anteriores, como Juan Cristóbal llegando a Zapadores y Límites; los que tienen como base la reconstrucción de historias personales y anónimas, a través del teatro documental. “Nos parece interesante de hacer porque la historia normalmente se cuenta desde lo oficial, desde los libros, los cuales fueron escritos justamente por las personas que ganaron. El relato anónimo, no sólo de los grandes héroes, es importante de conocer y se deja bastante de lado”, explica Ítalo, mientras tranquilamente revisa los detalles técnicos de las cámaras y los controles que servirán para mostrar algunos detalles de la obra.