El Avaro celebra los 75 años del Teatro Nacional Chileno
Encriptada en su tradicional código de la comedia, el Teatro Nacional Chileno estrenará El avaro de Molière bajo la versión autoral de Benjamín Galemiri. El argumento de esta versión, que explora en las múltiples y complejas relaciones que se urden entre el amor y el dinero, se desenvuelve en una sociedad hípersexualizada, como un factor que trasunta las relaciones personales, políticas y económicas.
Según dice el propio Galemiri en una reseña ampliada, “la genialidad” original de Molière reside en que “la obra no trata sólo de la codicia por el dinero, sino del amor”. En su versión, el móvil del amor “se contamina con la avaricia, la codicia, los engaños de dinero”, construyendo con ello una metáfora teatral “del estado de las cosas en Chile”. De esta manera, el Teatro Nacional Chileno estrenará una pieza de experimentación escritural que construirá un parangón con la contingencia política y nacional. “Mi obra es una gran carcajada del Chile de hoy”, asegura el autor.
Desde la dirección, Andrés Céspedes será el encargado de liderar el montaje de este clásico del teatro universal, con un elenco de excelencia y una puesta en escena contemporánea. El estreno se realizará el próximo miércoles 22 de junio en la Sala Antonio Varas, que pertenece al Teatro Nacional Chileno. Las funciones serán los jueves, viernes y sábados a las 20 horas, hasta el 27 de agosto.
El estreno de esta versión autoral de El avaro es el punto de partida para las actividades programadas por el Teatro Nacional Chileno en el marco de su aniversario número 75.
La historia se remonta al 22 de junio de 1941, cuando se funda el Teatro Experimental de la Universidad de Chile, constituyéndose como el primer teatro universitario del país. Con el estreno de las obras Ligazón de Ramón del Valle-Inclán y La Guarda Cuidadosa de Cervantes, un grupo de estudiantes del Instituto Pedagógico liderado por Pedro de la Barra (Premio Nacional de Artes 1952), dio origen a una de las expresiones artísticas y creativas más importantes del país: el teatro universitario.
Posteriormente, en 1959, el Teatro Experimental de la Universidad de Chile complementó su labor con la actividad académica, convirtiéndose en el Instituto de Teatro de esta casa de estudios. En 1969 se oficializa como el Departamento de Teatro y finalmente, en 1975, adquiere su denominación oficial como Teatro Nacional Chileno, nombre que conserva hasta el día de hoy.
Igor Pacheco, actual director subrogante, comenta que el estreno de El avaro será el primer hito en esta celebración, y que la obra fue elegida por su pertinencia en el contexto actual. “Cumple con los niveles fundamentales que nos interesan en nuestra línea curatorial: una obra del repertorio universal que toma temáticas contingentes, y nuestro tratamiento está dado a la realidad nacional”. Por este motivo, señala que la clásica obra de Molière “se adapta muy bien y constituye un bonito elemento para conmemorar los 75 años como nuestra obra central”.
Posterior a esta temporada, Pacheco detalla las actividades conmemorativas que el Teatro Nacional Chileno desarrollará, dando forma a un abundante calendario para la difusión y la reflexión en torno a la disciplina.
“Vienen semanas de lo que hemos denominado Retrospectiva de directores chilenos surgidos en democracia. Para eso se están convocando a cinco directores con sus montajes ya realizados, de manera tal que cada uno cuente con dos semanas para mostrar su trabajo”. También se harán “breves intervenciones performáticas para que diferentes cultores de la expresión artística y dancística puedan presentar proyectos de intervención”. El Teatro Nacional Chileno aspira, además, a conformar espacios de encuentro para discutir en torno a diferentes ejes temáticos y la historia, el presente y el futuro de un teatro universitario.
En este sentido, Igor Pacheco asegura que, por tratarse de un circuito universitario, “tenemos una característica distinta a otro teatro. ¿Cuál? Bueno, eso es lo que queremos discutir. Queremos explorar cuál es la visión de un teatro que está incorporado en una universidad laica, pluralista y democrática”, concluye.